El factor de potencia: una variable de gran importancia. Parte 2.

potencia

Continuamos con la segunda parte de nuestro post referido a este importante parámetro eléctrico, donde seguiremos desentrañando los secretos del factor de potencia. Aquí examinaremos las consecuencias de un bajo valor desde el punto de vista económico, equipos y materiales, tanto para la empresa eléctrica como para el cliente final. Veamos cómo es esto.

Las consecuencias de equipos, materiales y económicas de un bajo factor de potencia

Mientras más se acerque el factor de potencia a 1, quiere decir que está cerca de un rendimiento perfecto de aprovechamiento del 100 % de la electricidad. Pero este valor solo se podría alcanzar en sistemas resistivos puros que son inexistentes. Si este valor está por debajo de 0,80, el caso ya es crítico, para la compañía de electricidad y para los consumidores finales. Analicemos ambos casos.

Para la empresa de electricidad

Cuando un sistema posee un alto índice de potencia, tiene la capacidad de transportar mayor cantidad de potencia útil sin necesidad de incrementar los calibres de los conductores o producir sobredimensionamiento en los transformadores. Lo cual se transforma en un enorme gasto en los casos en que este valor se encuentre por debajo de 0,80.

Esto se debe a que se necesita una mayor corriente para entregar la misma potencia, lo cual incrementa el efecto Joule que produce el recalentamiento de conductores y bobinas. Es por ello que estas compañías constantemente vigilan que este factor sea de por lo menos 0,85.

Ya que, en caso contrario, aun cuando los diferentes elementos pudieran soportar este incremento de calor, la pérdida económica por la transmisión de potencia que no se podrá cobrar es muy grande. Ya que solo se aprovechará y cobrará menos del 85 % de lo que pudiera costar esta energía, por lo que no será rentable.

Para los grandes consumidores finales

Las consecuencias económicas que afectarían a los clientes finales industriales serían cuantiosas. Ya que tendrían paradas de producción por falsos disparos en las protecciones, necesitarán cambiar conductores de grandes maquinarias por otros de mayor calibre y sufrirán averías por quema de bobinas y devanados.

Adicionalmente, deberán enfrentar penalizaciones por parte de los proveedores de electricidad, por lo que lo mejor que se puede hacer en caso de tener un bajo índice es una de dos. O reduces tu carga inductiva, lo que no siempre es posible sin afectar tu actividad, o inviertes en acciones y equipo para su corrección.

Estrategias para la corrección de un bajo factor de potencia

Hay diferentes métodos para corregir un factor de potencia bajo, el más utilizado es la compensación de reactivos. Consiste en la instalación de bancos de condensadores en paralelo, bien sea a equipos puntuales o uno para toda la infraestructura. Los mismos operan generando potencia reactiva pero de signo opuesto a la inductiva.

De esta forma fuerzan al índice de potencia a un valor mayor que 0,80, para ello disminuyen la demanda de reactivos. Otras formas consisten en el reemplazo de maquinarias antiguas por otras que tengan una eficiencia muy alta y en la instalación de variadores de velocidad. Estos últimos producen un ajuste, en tiempo real, del flujo magnético para que se reduzca la producción de reactivos.

Hasta aquí hemos llegado con esta serie de artículos, invitándote a que leas nuestro post titulado “La diferencia entre potencia AC y DC“, te será de gran interés. Si quieres saber más sobre este tema y sus equipos, puedes pasar por el blog de energydcac.com. Allí encontrarás mucho contenido gratuito e interesante.

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